En cualquier organización o comunidad, las “Keystone” son una de las partes vitales por excelencia. De modo similar, en cualquier tipo de ecosistema, una especie Keystone es un organismo que ayuda a mantener unido al sistema. Es muy probable que, en caso de desaparecer sus especies Keystone, a algunos ecosistemas les sea imposible adaptarse a los cambios ambientales.
La abeja melífera constituye el más claro ejemplo de esto. Las abejas melíferas son las principales responsables de la polinización de las plantas. En un escenario en el que se extinguieran las abejas que se encargan de polinizar estas plantas, no solo morirían las especies de plantas, sino también los animales que dependen de esas plantas como su principal fuente de alimento. Además, esto tendría repercusiones en los consumidores secundarios que dependen de dichos animales como fuente primaria de alimento. Dándose así un efecto dominó cuya última pieza impactaría hasta el final de la cadena alimenticia y, tarde o temprano, destruiría el ecosistema por completo.